jueves, 6 de agosto de 2015

Escuela de Verano

No es la primera vez que trabajo en una Escuela de Verano y es que, en realidad, me encanta. Es cierto que tiene sus pros y sus contras pero, a fin de cuentas, resulta muy enriquecedor tanto para niños como para monitores.
En general, podría destacar que es un ambiente mucho más relajado en el que se priorizan las actividades de ocio y tiempo libre. Ésto, además, es de suma importancia. Pensad que es verano, ellos están de vacaciones y, aún así, tienen un horario que cumplir. Por si fuera poco, acuden - en la mayoría de los casos - al mismo centro escolar donde estudian durante el curso académico. 
Imaginaos que vuestras vacaciones tuviesen lugar en el mismo sitio y con el mismo horario en el que trabajas normalmente. De ahí que sea tan IMPORTANTE que las actividades sean entretenidas y se potencien talleres que no se realizan generalmente en su horario lectivo. 

[Personalmente, opino que los posibles cuadernillos de vacaciones que les hayan mandado desde el cole no deberían formar parte de la Escuela de Verano. A fin de cuentas hay mucho tiempo para dedicarse a ellos fuera y en la Escuela de Verano se trabajarán muchos otros objetivos - principalmente, referentes a las habilidades sociales, conducta y aprovechamiento de tiempo de ocio de calidad.]

Además, los niños suelen estar agrupados por rango de edades - dependiendo de la demanda - lo que provoca que haya mayor diversidad en cuanto a capacidades y habilidades individuales. Ésto puede provocar conflictos en cuanto a diferentes intereses. Sin embargo, también propicia un excelente escenario para fomentar valores como el trabajo en equipo, colaboración, cooperación, compañerismo, solidaridad, responsabilidad... En otras palabras, los mayores se benefician de la visión de los más pequeños y refuerzan, mediante enseñanza tutorada, la responsabilidad. Lo que es más, de esta forma asumen mejor sus conocimientos a la vez que desarrollan sus propias habilidades. Por otra parte, los más pequeños se adaptan rápidamente madurando significativamente en poco tiempo y mejoran la autonomía.

Después de todo esto. Os quería enseñar algunas de los juguetes que hemos creado entre todos en talleres de reciclaje. Concienciar a los niños en una sociedad tan consumista no es sencillo pero precisamente por ello debemos insistir, mostrándoles los recursos que tienen a su disposición y ampliando su creatividad y motivación.


Esta imagen representa un photocall para la fiesta temática con carácter Mexicana que realizamos al acabar el mes de julio. Lo pintamos juntos y, además, incluimos un montón de bigotes, collares y sombreros con los que nos divertimos mucho.



Uno de los rincones de juego significativo: la cocinita. Compuesta de frigorífico, vitrocerámica con horno y lavadora. 




El futbolín. 

Éstas son sólo unas pocas posibilidades de la cantidad de manualidades que se pueden hacer tan sólo usando cartón, tapones, pajitas, CD's usados... Todas son muy vistosas y los niños disfrutan tanto del resultado final como del proceso. Espero que las propuestas os sean útiles y os animéis a incluir talleres de creación de juguetes con materiales reciclados en vuestras sesiones. 

C U SOON! 

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