Seguramente todos usáis alguna técnica para gestionar el comportamiento en el aula. ¿Os funciona siempre? Yo suelo ir cambiando y siempre estoy en búsqueda de aquella que funcione durante más tiempo, que se adapte al contexto escolar y sea coherente con el mismo, que sea fija (si tengo aula) o móvil (si tengo que trasladarme), que motive, que implique y les sea significativa a los alumnos...
Y como "solo" pido todo eso y mi situación cambia tan a menudo, me paso medio año indagando nuevas formas.
Y como "solo" pido todo eso y mi situación cambia tan a menudo, me paso medio año indagando nuevas formas.
En primer lugar, me gustaría decir que ninguno de mis métodos explorados es la panacea ni pretende ser la solución infalible. ¡Ya me gustaría a mí haberla encontrado! Pero, desafortunadamente, la efectividad nunca está garantizada.
Sin embargo, independientemente del método que se use, hay dos aspectos que yo, personalmente, considero imprescindibles:
1. Que sea visualmente atractivo, para que resulte motivador y la asociación mejore.
2. Que los objetivos queden bien definidos, para que los alumnos sean conscientes de las expectativas, teniendo claro cuáles son los comportamientos que serán premiados y cuáles son los que debería evitar.
Dicho esto, me gustaría ofrecer una técnica que incorporé este curso, basado y traducido de este que vi en El Aula de Laura. Y es que, a pesar de que sigo siendo fan incondicional de ClassDojo, considero que este otro recurso es una buena alternativa, sobre todo para aquellas aulas en las que la conexión a internet viene y va o, directamente, es inexistente.
Se trata del "Semáforo de comportamiento".
La versión original se basa en los colores del semáforo (verde -good job!-, amarillo -warning-, rojo -consequence-). A partir de ahí se puede adaptar a tus necesidades, ¡imaginación al poder!
Como habéis podido ver en las imágenes, yo utilicé pinzas de la ropa que cada uno personaliza con rotuladores a su gusto. Todos los días comienzan con su pinza en la casilla de "Ready to learn!" y, a partir de entonces, es su propio comportamiento lo que irá marcando la evolución del mismo. De esta manera, también se incentiva la autorregulación. Para realizar los carteles, utilicé cartulinas de colores (que plastifiqué) y anillas. No tiene mucho misterio, como podéis observar.
De ti depende si quieres asociar alguna recompensa a determinadas casillas (responsabilidades, determinadas funciones, diploma, mención o "detallito").
Espero que os guste y, sobre todo, os sea útil.
C U SOON!
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